La historia ha demostrado que, cuando las personas se unen, es posible eliminar las enfermedades infecciosas transmisibles. En 1980, por ejemplo, se erradicó la viruela en todo el mundo y, apenas 14 años más tarde, la poliomielitis se eliminó de la Región de las Américas. Desde entonces, todos los países de las Américas están libres de viruela, poliomielitis, rubéola, síndrome de rubéola congénita y tétanos neonatal. Asimismo, se han logrado notables avances en la lucha contra otras enfermedades y trastornos. A fines del 2019, catorce países estaban libres de malaria, seis países habían eliminado la transmisión materno infantil del VIH y solo queda un foco de oncocercosis en toda la Región. Estos importantes éxitos nunca habrían sido posibles sin el compromiso de gobiernos, organismos y personas de diferentes especialidades en todas las comunidades y los países de las Américas. Cuando nos apoyamos en esos logros ejemplares y aprendemos de ellos, es posible imaginarnos que en el transcurso de nuestra vida los ciudadanos de las Américas vivan libres de muchas enfermedades transmisibles. La iniciativa de eliminación emprendida por la OPS nos muestra el camino para lograrlo.